Invitados

De todo ha llegado a meterse por mi ventana. Quiero que alguien me diga quién publicó en el tablón de anuncios del reino animal, que todos eran bienvenidos a mi casa. Quiero saber quién diseño el mosquitero que cubre mi ventana, pues al parecer no sirve de mucho; nada. Los mosquitos entran y salen como se les plazca. De no ser por mi astigmatismo, me vengaría enseguida.

Mosquiteros, mosquiteros… ¿Para qué llevar por nombre lo que debe ahuyentar, si no cumple su función?¿O es a caso que, se llama de ese modo porque permite su acceso de la manera más fácil? ¿Otra forma de decir “puerta”? Por donde le busque, no hay arreglo, ni compostura. Si mi ventana no tuviera barrotes, creo que podría funcionar mejor tal producto. O no.

Lo segundo que entraron fueron mayates por el tiempo de lluvia, éstos revoloteaban por toda mi habitación, en cada intrusión se colgaban en las paredes como los cuadros que nunca tuve y tapizaban mis muebles que antes adornaba con ropa sucia. Le siguieron cucarachas, abejas, avispas y muchos otros bichos que jamás había visto: parecía un museo aquí dentro.

Una vez, incluso, llegaron a meterse una lagartija albina, una araña de aspecto horrendo y un alacrán. No supe cómo ahuyentarlos. Con los demás me armaba con una escoba y un zapato de suela despegada. Triunfaba en la mayoría de ocasiones; no obstante, con dichos contrincantes, no sabía qué hacer. Ni sé qué hacer, estoy harto.

Haré las cortinas a un lado para tener mejor campo de visión y poder aventar todo por la ventana, aún con mi piel eriza. Estoy por recorrer el mosquitero cuando, me percato de que no era culpa de ese artefacto de red; si no… el hecho de que mi ventana está rota. 

Comments

Popular posts from this blog

Vilma